La idea de la Rosa de los vientos me ha inspirado la posibilidad de juntar cuatro sucesos y ordenarlos de tal forma que se originasen por medio de una reacción en cadena. Estos sucesos serían:
Los blogs
La Educación Pública
Indignados
Elecciones
Empecemos por los blogs. Lo primero sería preguntarse ¿Qué es un blog? Podemos definirlo como una plataforma en la red donde se cuelgan ideas que quedan expuestas al público. ¿Parece simple no? La realidad es que no, pues a menudo los hombres no somos conscientes del poder de una idea. Una idea es capaz de cambiar una situación, de modificar el destino de las personas, de cambiar el curso de la historia. Quizá el mayor peligro de una idea es que es libre, no se puede contener. Una vez que esa idea escapa de la mente de su creador, se extiende como las ondas del agua, viajando de mente en mente y multiplicándose, cambiando su forma y esencia, según las cualidades de sus portadores. Una idea es, por ejemplo, semejante a un virus. Si es lo suficientemente fuerte, infectará a aquellas mentes que encuentre y quedarán rendidas a sus efectos.
Vista la verdadera dimensión de las ideas, cabe preguntarse ¿Son entonces las ideas un problema, habría que erradicarlas? Obviamente no, las ideas son un privilegio, fruto de la capacidad de razonar, bendita sea. Simplemente, hay que aceptar que estamos vendidos antes ellas. Si surge una mala idea, la sufriremos. Y si surge una buena idea, la veneraremos. ¡Recemos para que sólo surjan buenas ideas!
Volviendo al hilo, un hombre cuelga su idea en el blog. Si el amigo es un tipo poco conocido, poco carismático, incapaz de hacerse escuchar (o en este caso, de hacerse leer), pues sus ideas pasarán desapercibidas. Pero centrémonos en un blogger que sea célebre. Con muchos seguidores. Hoy día abundan. A los seres humanos nos encanta que nos iluminen. Somos desconfiados, pero si alguien consigue deslumbrarnos, nos postramos ante él. Quizá eso sea fruto de una necesidad. Los religiosos necesitan saber que hay un ente que lo controla todo, ¿Acaso los ateos y agnósticos somos diferentes? Me da que simplemente no nos consiguieron deslumbrar con ese tema, pero sí lo consiguieron con otros.
¿Y qué ocurre cuando un blogger importante se encuentra con que cada una de sus ideas son seguidas por miles de personas? Fácil, siente esa sensación tan placentera que llamamos poder. Centrémonos en esos lectores. Han encontrado, casi sin quererlo, un vehículo de información del que aprender. Enfocado desde ese punto es francamente útil. Si una persona disfruta aprendiendo aprende diez veces más que si lo hace a disgusto. Parece obvio, cada día en todos los colegios del país hay una enorme cantidad de alumnos que aprenden a disgusto. Si fracasa la escuela ¿Qué quedan, los libros? Bueno, los libros idealistas no son para niños, tampoco son para los padres de familia agobiados por el trabajo que no tienen tiempo ni para desayunar. Eso reduce el porcentaje de lectores de manera radical. Si le sumamos la ignorancia característica de nuestro país y la preferencia de la tele sobre cualquier cosa que haya que pasarle las páginas, estamos apañados.
Por lo tanto, por desgracia, lo natural es que la mayor parte de la población tenga una educación un poco pobre. No sólo hablo de aquellos que no pudieron o no quisieron estudiar, sino de aquellos que lo hicieron a desgana y que no pueden o no quieren leer. Pero para este grupo ha surgido una nueva esperanza: los blogs. Vehículos de ideas. Antes era más complicado leer a Marx, había que esforzarse. Ahora basta con teclear un par de cosas y ya te vine su vida, sus ideales y el lugar donde cagó por primera vez.
Poniéndonos serios, el fruto de esto es una mayor difusión de las ideas, lo cual es para celebrarlo. ¿A quién podría disgustarle que la población tuviese más conocimientos? Pues, generalmente, a los conservadores, o a aquellos que están en el poder. Que le pregunten a Esperanza Aguirre por lo divertido que fue el 15-M. Si por ella fuera, esa idea habría muerto antes de nacer. ¡A la hoguera con ella!
Gracias a esta difusión, y a las redes sociales, se ha conseguido una coordinación distinta, más rápida. Gracias a un par de idealistas se consiguió generar un movimiento que, quién sabe, quizá se estudie dentro de veinte años como un suceso clave para la sociedad. Ojalá.
¿Y qué efectos podría tener un movimiento como ese en una democracia? La respuesta es sencilla: Un reflejo claro en las elecciones. Si la idea de un votante varía, si cree en un cambio, olvidará sus decisiones amarrategui (el clásico voto útil) y dejará volar su imaginación. Tendrá fe.
Muchos pensaron que el movimiento 15-M tendría efectos memorables. Que la idea de “ni PP ni PSOE” surtiría efecto. Soñar es gratis, así que ¿Por qué no soñar con el fin del Bipartidismo?
Los resultados fueron memorables sí, pero sólo por la apabullante victoria del PP y los paupérrimos números del PSOE. También salió beneficiada UPyD, pero no de la forma que esperaba el pueblo. Bueno, nos tocarán otros años que previsiblemente parecen malos. Pero, viendo el lado positivo, una idea cambió las elecciones. ¿Quién dice que no pueda volver a pasar?