domingo, 27 de noviembre de 2011

Qué he aprendido hasta ahora...

Ya está terminando Noviembre y tengo la sensación de que ayer estaba en la playa echando partiditos de fútbol ¡Joder cómo vuela el tiempo! A este paso mañana se habrán pasado estos años de universidad, "los mejores años de la vida" como dicen por ahí.


El caso es que en este tiempo tenido las suficientes clases de Economía Política como para hacernos una idea de cuál va a ser el royo de esta asignatura, y apostaría mi casa a que nadie se esperaba algo parecido. Acostumbrado a relacionar la economía con números, operaciones y crisis, para mí ha sido una grata sorpresa encontrarme este panorama.


Lo primero sería hablar de "las perlas" con las que empezamos cada Lunes. Quizá no tenga una relación directa con lo que hoy en día se concibe como economía, pero vamos, es una gozada. Poesía, Confuccio,... La verdad es que me resulta más interesante cualquiera de esos inicios que el resto de asignaturas de este cuatrimestre. 


Algunos compañeros me comentaban que estaban preocupados porque no estuviésemos aprendiendo nada en Economía. No puedo estar más en desacuerdo. En mi opinión, estamos tan mecanizados a la hora de aprender (por un sistema obsoleto) que rechazamos todo aquello que se aleje de la idea predeterminada que le adjudicamos. ¿Cómo es posible que una misma persona, saliendo de la clase de estadística, critique lo aburrido que es dar teoría y fórmulas constantemente y a continuación diga que estamos perdiendo el tiempo en Economía? Es para hacérselo mirar. Por mi experiencia, la economía es un todo. Si tratamos economía política, no podemos obviar que nuestro mundo se ha convertido en una gran red social, un solo ente, y se comporta como tal. El mejor ejemplo lo tenemos en la crisis que estamos sufriendo en Occidente, que se inició en Estados Unidos y contagió a todo Europa. Que se lo cuenten a Primo de Rivera. En sus tiempos, como si se suicidaba medio New York, ya ves tú lo que influía eso en el comercio español.


También conviene mencionar la experiencia del trabajo grupal. Al menos en esta clase, estamos de enhorabuena por esta forma de trabajar. En mi opinión, dejar que el alumno se involucre y pueda tomar decisiones sobre lo que va a aprender, es el futuro. Basta ya de dictados, de comprar temarios enteros en fotocopias o de escuchar el monólogo de un profesor que tiene una asombrosa capacidad somnífera en su discurso. He escuchado muchas veces que los alumnos de hoy en día no tienen el interés de los de antes, que son más pasotas o que no quieren aprender. Pero en mi opinión, el problema es que el sistema educativo no ha sabido evolucionar con la sociedad, y se ha acomodado en unas maneras que valían hace décadas, pero que a día de hoy no se corresponden con lo que necesitamos.


Finalmente, esta asignatura me ha enseñado a apreciar los Lunes y los Miércoles.

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